Los pechos de la mujer están sujetos a continuos cambios de estructura, forma y volumen a causa de distintos factores: variaciones de peso, embarazo, lactancia y desórdenes hormonales. Los implantes de silicona son la solución a este problema.
El implante se puede colocar, dependiendo de la contextura física del paciente, tanto debajo de la glándula como debajo del músculo. Cuando el paciente no tiene suficiente tejido glandular para cubrir la prótesis es recomendable que el implante sea colocado por debajo del músculo. Por el contrario, cuando la mama ha caído, ya sea por haber amamantado o producto de las variaciones bruscas de peso, es preferible colocarlo debajo de la glándula para levantar el busto y darle más proyección.
La operación es ambulatoria, con anestesia local más sedición. El paciente no siente dolor y está dormido durante la cirugía. Tras la operación, debe guardar 48 horas de reposo domiciliario luego de lo cual puede retomar su vida social.